Mnnmhh... el problema es ése, que el Burton de Sleepy Hollow (película que me funciona a nivel estético, pero que me falla bastante en lo narrativo, como muchas otras de Burton) ya queda un poco lejano, y que si lo hacen con muñequitos, se corre el riesgo de que se quede en una película para niños que pase por alto los aspectos más tenebrosos de la historia. A menudo me he preguntado cómo hubiera podido ser un Fantasma hecho por la Disney, aquella Disney de principios de los noventa que entonces me encantaba... pero luego pienso en el exceso de azúcar, colorín y secundario cómico cargante de La bella y la bestia, o en aquel experimento fallido de El jorobado de Notre Dame... y pienso, mejor no. También fallida me pareció esa especie de pseudofantasma llamada Un monstruo en París. La película de Emerald City Productions, que también permite hacerte una cierta idea de lo que sería un largo de animación del Fantasma, con más presupuesto, mejor técnica y un argumento más pulido (sorprendentemente es de las versiones más fieles que he visto del libro, y además tiene puntos extra por presentarte a un Erik cuya pinta es un claro guiño al Fantasma de Lon Chaney) también habría funcionado. Quizá hubiera sido algo tipo la de 1990, pero con dibujos. No sé, el caso es que creo que existe cierta percepción de que es un personaje antiguo y que no mola, no atrae a la gente joven, que quiere ver o tíos macizorros y bollycaos o carreras, saltos, tiros y persecuciones en la moto de Maroto. Si unimos a ésto que cada vez se arriesga menos en la industria del cine, y que muchas películas (como muchas otras cosas en la actualidad) cada vez parecen más hechas por ejecutivos o publicistas en consejos de administración que por cineastas, y responder a estudios de mercado más que a otra cosa, pues ... En fin, como yo digo siempre, con lo fácil que es sentarse al leer el libro...