En la primera parte parece un homenaje a Bergman. La parte del banquete yo creo que ilumina el film y la hace más interesante, realmente te entran ganas de cocinar. ¡¡Codornices en sarcófago!!!!!
Tampoco debemos dejar de lado la sútil interpretación de Stéphane Audran, la musa de Claude Chabrol y Buñuel.
Bonita y metafórica.