No sólo tenemos un salario mínimo miserable, una tasa de paro galopante y unos ejecutivos avariciosos, sino que, justo ahora, con la crisis general, lo que los potenciales consumidores están considerando seriamente es lanzarse en tromba a comprar cds a veintitantos euros para que Sony se divierta. Claro, seguro.

¡Qué luces las del gremio! ¡Bulería, bulería!