Es algo que se ha dicho muchas veces, la música no está en peligro, nunca lo ha estado. Está en peligro el modelo de negocio. Las discográficas, que son meros mercaderes y a las que el arte les importa un pimiento, son las perjudicadas por los cambios que llevan años produciendose. Pero claro, como nadie conoce a los directivos, necesitan caras conocidas para llorar la pérdida de ingresos.

Yo sigo comprando CDs porque a mi ciudad no vienen los artistas que me gustan a dar conciertos y porque, aunque vinieran, no soporto estar 2 horas de pie y quiero escuchar lo que me gusta cuando me apetezca. Pero no pago más de 8 euros por un disco y no me importa esperar a que baje de precio, comprarlo de importación o de 2ª mano.