Pues yo he hecho de médico de Dodge City y he tenido el placer de atender en situación acuciante a ese encanto de mujer que es Ariana Martínez. Ya me verás.
Os garantizo que al natural tiene mucho más encanto esta niña.
Por cierto, siempre presumí de voltear bien el revólver al sacarlo y al enfundarlo, pero éste pesa un quintal. Qué barbaridad. A lo más he llegado a dos vueltas. Había un tipo en Tabernas que lo hacía de escándalo, pero tenía una callosidad enorme en el dedo, jajaja. Ése es el precio.