Pues el calvo de las 18 pajas diarias se iba de Londres, donde vivía, a Los Angeles para que le curarán la "afición".
Iba a ver un curandero chino que le daba pastillas para curarle la zambombamanía.
Y no hubo huevos.
Y el otro era un gay que se ponía ansioso si no le daba a la pera limonera.
Vamos, que iba a visitar el señor Roca cada media hora para zurrarle a la banana.
Tó locos nos quedamos con la WAT.