A mediados de 1978 el Rey Kirby estaba llegando a un punto de no retorno con su colaboración para la casa de las ideas Marvel. Lo que en principio empezó como el idilio del siglo con todo alegrías, en esas fechas se había convertido en una auténtica pesadilla para el dibujante Jack.
Los nuevos tiempos que corrían lo estaban apartando de todas las cabeceras de la editorial y lo habían transformado a ojos de sus compañeros en un sobrevalorado dinosaurio ermitaño.
Su nula interacción con el universo Marvel (sus aventuras ocurrían en Central City) y sus historias sin un guionista que le guiara a clasificar y fragmentar sus pensamientos, no le favorecían en esa época para nada a la hora de leer sus comics y por tanto sus ventas no eran las esperadas.
Además de varios hechos como haber tenido que dejar la fría Nueva York para vivir en la soleada California (por los problemas de asma de su hija) y por tanto enviar solo las páginas para que as entinten, el exclusivo y excepcional contrato de libertades que el editor Jim Shooter (de los más cabrones que pasaron por el cargo) le había proporcionado desde su regreso y su dibujo que se consideraba de escasa modernidad con formas gigantescas (la famosa perspectiva Kirby)... le ponía como centro de la diana de las quejas y desigualdades que tenían el resto de la plantilla de jóvenes dibujantes de Marvel.
Muchos han asegurado las bromas telefónicas de mal gusto que le gastaban desde la propia redacción, las cartas malintencionadas y burlas que recibía en su domicilio (algunas con membrete de Marvel) y la selección a dedo de cartas para el Bullpen de lectores poco gustosos de su arte y sus ideales nada modernos.
Con este agotador clima laboral después del verano de 1978 se reunió con Shooter para decirle que ya no aguantaba más y que dejaba nuevamente Marvel. En ese momento el Rey disponía de 3 series en funcionamiento: Pantera Negra, Dinosaurio Diabólico y Hombre Máquina.
Shooter sabía que aunque sus ventas no eran las ideales, el Rey todavía tenía tirón entre muchos de los consumidores de a pie e intento negociar con él nuevos enfoques para su carrera, pero para Jack la decisión ya estaba tomada.
En parte también porque había recibido cantos de sirena desde Hollywood para animar y supervisar varias series de dibujos animados como Hanna Barbera o los 4 Fantásticos y además porque pensaba que allí sería correctamente entendido y valorado su arte gráfico.
La cuestión es que acordaron finalizar las 3 series que disponía para Noviembre-Diciembre de 1978, tras lo cual Kirby quedaría oficialmente desvinculado de Marvel Comics.
A principios de 1979 desde Marvel se pensó en repescar de Capital City al personaje de Hombre Máquina para que coprotagonizara unos números (del 234 en el cual se anuncia su regreso al 237) en la serie mensual The Incredible Hulk y esta fue la portada elegida para su retorno...
Lo cual esta tarde al verla me llevó a pensar que cara pondría Kirby el día que tranquilamente fue al kiosko de su barrio a comprar el periódico o tabaco para su pipa y se encontró colgada esta portada tan explícita de destrucción sobre su creación.