EN EL MADRID NO GUSTA EL CARÁCTER HURAÑO DEL ALEMÁN
Schuster cae mal
En el club merengue están cada día más hartos del agrio carácter del entrenador alemán, muy poco sociable.
El entrenador alemán está cada día más solo en el club madridista.
J.A. Martínez
Bernd Schuster no ha entrado con buen pie en el Real Madrid. Después de la que lió Ramón Calderón para llevárselo del Getafe, ahora, sólo tres meses después, hay muy poca en gente en el club dispuesta a hacerle un favor.
Las declaraciones que hizo en Alemania –al diario Bild–, en la que aseguraba que “el Madrid no es lo que era cuando yo era jugador” y en las que insinuó su posible marcha a final de temporada, han acabado por distanciar al técnico de todos los estamentos de la entidad. Schuster no cae bien en el Real Madrid y sólo los buenos resultados están maquillando la realidad: el entrenador está absolutamente solo y cada día tiene menos apoyos.
Su carácter huraño no agrada, ya que se considera que su mala sintonía con los medios de comunicación está dañando la imagen del Real Madrid. Schuster ya se ha encarado con algunos periodistas durante sus ruedas de prensa e incluso les ha llamado la atención por sus críticas, a pesar de que como empleado del club debería ofrecer un talante más conciliador.
En este sentido, su guerra personal con Pedja Mijatovic no le está ayudando demasiado. El director deportivo siempre ha visto al alemán como una amenaza y está moviendo sus hilos para hacerle la vida imposible. El montenegrino le ha vetado fichajes y le ha impuesto otros que el técnico no consideraba prioritarios. Incluso se ha quejado de que Schuster se está metiendo en su parcela al criticar la precipitada intención del club de comenzar a planificar la próxima temporada. Su intención de iniciar cuanto antes las gestiones por Drogba y Lampard para el año próximo fue valorada por el alemán como “una tontería” y Mijatovic contraatacó recordando que el entrenador debe dedicarse exclusivamente a entrenar y procurar que el equipo juegue bien. El director deportivo está metiendo cizaña y en los corrillos que se forman durante los partidos cerca del palco no hace más que comentar que para aburrir al Bernabéu ya tenían a Capello.
Incluso Ramón Calderón, que hasta la fecha siempre ha sido el máximo defensor de Schuster, está ciertamente disgustado con su técnico. Al presidente madridista le sentó como un tiro la ausencia del máximo responsable de la plantilla del primer equipo de fútbol en la presentación en sociedad del avión oficial del Real Madrid. En el acto, en el que sí estuvo presente el entrenador del equipo de baloncesto, Joan Plaza, llamó poderosamente la atención que no apareciera Schuster por la Terminal 1 del aeropuerto de Barajas. Se interpretó como un desplante al club y al gran mito de su historia, Alfredo di Stéfano, cuyo apodo da nombre al avión, ‘La Saeta’.
Son ya numerosos los casos en los que Schuster no se mueve en la misma onda que los dirigentes madridistas. Uno de ellos sucedió agosto. Después de que Ramón Calderón y Pedja Mijatovic diesen por cerrada la plantilla, el entrenador pilló a todo el mundo con el pie cambiado al pedir en público los fichajes de Michael Ballack y Dani Alves. La intención de Schuster no fue otra que lanzarle un desafío al montenegrino en la lucha que ambos mantienen por hacerse con el poder deportivo en el Real Madrid. El técnico perdió y desde entonces sabe que pinta muy poco en la toma de decisiones. La guerra estaba servida.