Una obra coral en todo su esplendor, maravillosamente dirigida, con unos secundarios que me han sorprendido, un Al Pacino soberbio, Irons correcto y Fiennes algo sobreactuado, se emociona demasiado, a veces no logra transmitir.
Estamos ante una adaptación correctísima y a veces espléndida (la escena del juicio está magníficamente rodada) de la que posiblemente sea la mejor obra del dramaturgo inglés. Un Pacino que se come la cámara a bocados de genialidad, nadie llora como este hombre (referencia llanto a la salida del teatro en el Padrino III), aquí vuelve a deshacerse transmitiendo emociones en cascada.
Michael Radford no cae en el error de sobredimensionar la obra adornándola de tintes teatrales y se sitúa de forma muy correcta en la narración de imágenes, dibujando una historia de cine, el teatro es la fuente pero no llega a la pantalla, bravo por Radford.
El ritmo es vertiginoso, las historias de la libra de carne y los anillos confluyen perfectamente, el miedo a la pesadez literaria desaparece en apenas 10 minutos de comenzar la película.
Otro aspecto a destacar es un diseño de producción digno de oscar, Venecia nos rodea con su magia , sus canales y sus máscaras, todo muy bien expuesto en una dirección artística napoleónica.
El hecho histórico impregna la película a cada toma, el contraste entre las religiones cristiana y judía, el sentimiento antisemita (Shakespeare fue acusado de antisemita por esta obra) , el caballero sin dinero, el usurero sin título, los ghettos judíos casi como un presagio de lo que ocurriría a mediados del siglo 20, todo viste la obra y la condiciona.
Resumiendo, es una película para incondicionales y algo elitista. Queda claro que el Inglés Universal no escribía para todo el mundo, ése, tal vez, sea su punto flojo y también su fuerte.
Muy recomendable para todo aquél que guste de los clásicos, e imprescindible para los abducidos de William Shakespeare. Una gran adaptación.
Dawson, dale otra oportunidad a tu intelecto, porque la película es muy buena.
Salu2![]()