Pues yo creo que la cabeza mola un güebo.
Ahora, eso sí..., como te levantes por la noche para ir a orinar, y no te acuerdes de que la tienes puesta en una estantería del pasillo, y te topes con ella -medio adormilao- iluminada por la luz de la luna y...
que te lo haces encima, vaya!