Pues es verdad que Renault no ayuda a Fernando Alonso
Por MIGUEL SANZ
Pues es verdad que no le ayudan. Se pasara o no Fernando con sus declaraciones del viernes, el caso es que Renault no raya a la perfección que lo hace su piloto. La estrategia arruinó a Alonso una victoria clamorosa en Imola y ya van dos triunfos que se caen este año por errores de los cerebros del equipo francés.
Sí, el duelo con Michael Schumacher fue eléctrico, una perfecta venganza del alemán por lo del año pasado, pero detrás de esa maravilla, detrás de ver a dos pilotos únicos en la historia intercambiando golpes, detrás de quedarnos hipnotizados durante 28 vueltas, quedó el mal sabor de que Fernando fue más rápido que Schumacher siempre, desde el viernes, y no ganó. Y si tienes el coche más rápido y no ganas, algo ha fallado.
El primer error, en la calificación
El primer error vino por calificar con tanta gasolina que tuvo que salir quinto en parrilla. En un trazado donde es imposible adelantar, todo se fió a que Fernando repostara el último y a su vuelta del ‘pit stop’, fuera líder. Y todo iba bien, la salida estupenda pasando a Barrichello y un ritmo de remontada, pero cuando volvió del ‘pit’ en la vuelta 24, no era líder, sino segundo a 11 segundos de Schumacher, que había corrido como un demonio. Ahí se hubiera acabado la carrera, pero Schumacher tuvo un problema de neumáticos tras su parada y perdió un segundo por vuelta. El milagro había llegado y en el giro 34 el azul se pegó al rojo, en ese duelo que a todos nos arruga el estómago. Briatore tenía la sonrisa sádica de Anibal Lecter y en la tribuna volaban los cortes de mangas cuando pasaba el
1. Fueron seis vueltas de fintas y ataques de Fernando, pero el siete veces campeón no falló.
Cuestionable decisión de Pat Symonds
Y ahí llegó la cuestionable decisión de Pat Symonds, adelantar el repostaje. A Schumi le quedaba una vuelta para entrar y Fernando aún tenía seis más para haber demostrado que su coche era más rápido y haber vuelto líder tras su segunda parada. Pero no, en el muro decidieron intentar algo nuevo, entrar antes y correr en solitario por detrás. En Ferrari alucinaron y el veterano Schumacher calcó a Renault, hizo un giro increíble, casi dos segundos mejor de lo que estaba haciendo, paró en la siguiente y salió otra vez por delante de Fernando. Una jugada maestra que enfurruñó al asturiano, pues metió todas las revoluciones al motor, lo intentó en Tossa y casi se come el piano en la curva Villeneuve. Un error que le hizo levantar el pie ante la evidencia de que Schumacher el domingo no estaba para fallar.
Demasiado había hecho luchando contra los de fuera... y los de casa.