Jugando con la Wii
18 de septiembre de 2006. 10:30 h.- Nunca le he pegado un puñetazo a nadie. Nací con la asombrosa habilidad de predecir cuando el ambiente en un bar se pone tenso y con la poca dignidad necesaria para escurrir el bulto si hay riesgo de contacto físico. Algunos lo llaman cobardía. Yo prefiero llamarlo instinto de supervivencia. El caso es que me ha permitido llegar hasta aquí sin un labio roto y sin dar un patético espectáculo tumbado en el suelo de un bar. Bueno, no, de esto último no me he librado, pero es una anécdota que tiene más que ver con el nivel de alcohol en sangre que con de nivel de sangre en la nariz.
El viernes, sin embargo, esperé dos horas en la puerta de un recinto ferial de Londres y aguanté una hora de conferencia para pelear en un combate virtual que acabó siendo tan extenuante como uno real. Nintendo decidió, por fin, presentar oficialmente su consola Wii y tuve la suerte de estar en la ciudad con tiempo suficiente para acercarme a verla.
Cuando probé la Xbox 360, hace ahora un año, abrí el Gadgetoblog hablando de diez cosas que me gustaban y diez que no de la nueva consola de Microsoft. Pensaba hacer algo similar con la Wii, peo después de un fin de semana pensando, lo único malo que he podido encontrar en la consola de Nintendo es que el lanzamiento sea el 8 de diciembre y no hoy.
Voy a ser breve: no recuerdo haberlo pasado tan bien con una consola en toda mi vida. Sí, jugar en alta definición está bien. Es como ir a una discoteca y encontrarte con un / una top model. Es entretenido mirar, no apartas los ojos de él / ella en toda la noche y al día siguiente se lo cuentas a tus amigos pero ahí, más o menos, es donde se acaba gran parte de la diversión. Con la Wii la historia es diferente. Los gráficos pueden no ser excelentes pero jugar es tan entretenido que deja a las consolas de Sony y Microsoft en otro nivel. Siguiendo con la comparación, es como ir a la misma discoteca, conocer a un / una chico/a atractivo pero con un índice de masa corporal normal y pasar la mejor noche de tu vida. No tienes los mejores gráficos, no tienes un juego que parece real, pero tienes un juego con el te ríes y al que puede jugar cualquiera, incluso si nunca antes ha jugado a un videojuego.
Y esta, precisamente, es la clave. Wii es una consola para todos los públicos. Suena a que es una máquina infantil y aburrida pero nada más alejado de la realidad. Los juegos son buenos y pueden atraer a los jugadores de toda la vida —varones de 14 a 25 años- pero también a los más mayores y del sexo opuesto. Nintendo sabe algo de esto. El 44% de los compradores de la Nintendo DS son mujeres.
Complementamos eso con un servicio de descarga de títulos clásicos de Nintendo y Sega, canales de información por Internet —tiempo, noticias- y la posibilidad de crear tu propio alter ego virtual para que protagonice las partidas y tenemos, en mi opinión, una consola con muchas, muchísimas posibilidades de éxito. Créame, aunque piense que los videojuegos son una pérdida de tiempo, Wii le gustará.
Mi combate virtual, por cierto, correspondía al de un juego de boxeo, el Wii Boxing, integrado en Wii Sports y que vendrá con la consola. Para jugar, hay que coger los dos mandos, uno en cada mano, y ponerse a dar puñetazos al aire. Wii recibe los datos de posición de éstos y los transforma en el movimiento de lo guantes del personaje. Así de simple y divertido. Wii Sports incluye juegos de golf —el mando se coge como un palo y se realiza un swing completo- de bolos —muy entretenido- de béisbol —sí, el mando hace las veces de bate- o de tenis —en el que se empuña como una raqueta-.
Las posibilidades son inmensas. En Wario Ware, otro de los títulos que veremos pronto, se puede usar como un hula-hop —se apoya sobre la cadera y se realiza el movimiento para mantener el "aro" virtual en movimiento-, para correr —misma posición y se corre sin moverse del sitio- o para freír algo en la cocina —el mando se empuña como el mango de una sartén-. Los de Nintendo preparan incluso un juego de aviones en el que hay que coger el mando como si fuera un avioncito de papel y moverlo en el aire para que el aparato haga lo propio en la pantalla.
El combate, para todos aquellos que se lo pregunten, acabó en una humillante derrota ante los rápidos puños de una colega de la revista Super Juegos. Y es que los mandos con detección de movimiento permiten hacer ganchos, directos y golpes bajos pero no mi maniobra preferida, que es la de correr en la dirección opuesta a la del enemigo. Para eso los de Nintendo no han inventado nada. Aún.