Joder, 10 minutos es vicio.

La vez en que entré (para reirme) tarde muy poquito en salir escopetado. No ya por las manos, sino porque me entró la risa floja y un capullo me pegó una hostia porque pensaba que me estaba cachondeando de ellos. Que no era así, me estaba partiendo el culo porque el que entró conmigo no paraba de manosearme y decirme guarradas (de coña, era un amigo) y a mí me entró la risa histérica de turno.

Eso sí, me debió pegar un armario de dos cuerpos porque mira que yo soy grande, pues me cortó la risa de un plumazo y me dejó un buen cardenal en uno de los pectorales (de chuletónn, no de gimnasio) .

Ahora, que muy oscuro en sí no era, había una pequeña neblina húmeda bañada por haces de luz difusa que hacía que vieras siluetas amorfas.

También debe ser mucho cuento, porque de lo poco que estuve salí chorreando como si me hubiera tirado a 12 vírgenes de 16 años.