A ver quién es la guapa que tiene los santos de meterse en la piel de la niñera más carismática del cine. Que sí, que pasó con Bond y pasará con Indy, pero se trata de una sola película realizada hace más de 50 años. Es innecesaria a estas alturas y, como bien dice Jane Olsen, solo por el hecho de depredar.
Y ésta también difiere del resto de clásicos que están adaptando al live action. Aunque no estoy de acuerdo con ninguno de aquellos, al menos transfieren la acción del lápiz a un registro distinto. De aquellas sólo vi la historia de Alicia y tuve suficiente. Y esto también me vale para 'El libro de la selva', 'Aladdin' - clásico favorito ever - o cualquiera que esté por llegar. Ni me interesan ni tengo intención de verlas pero tampoco me molestan. Esta no solo me molesta especialmente, sino que me hace pensar en lo mucho que sigue involucionando el cine. Mientras se hacen grandes avances en la parte técnica de las películas la que importa de verdad, la de las ideas y el papel con letras, va hacia atrás a pasos agigantados.
Si la década de los 90 se caracterizó por las estúpidas y mediocres secuelas directas a vídeo, esta parece la de las violaciones de clásicos a cascoporro. Y creíamos que Eisner era el demonio y nos habíamos librado... Corríjanme si me equivoco pero, todo esto, es parte del plan de Lasseter, que es quien autoriza. Una suerte de George Lucas cuyo único mérito artístico ha sido la mitad de 'Toy Story'. Y ahora a vivir tranquilamente.
Por otro lado no creo, confío, que la parte musical conservará completamente el estilo. La compañía del ratón (casi) siempre ha contado con grandes compositores y últimamente, con los clásicos animados, está acertando de pleno. También confío en que no habrá casting de niños o adolescentes guapísimos DisneyChannelizados. Recordemos que Jane y Michael no se caracterizaban por eso especialmente. Confío, confío...