De Tarr se supone que El hombre de Londres es de las más "accesibles" y me costó un huevo verla. Tropical malady de Apichatpong también se las trae, al menos Uncle Boonmee, por sus elementos fantásticos, es relativamente más llevadera.
En plan "autores lentos y chungos", otra figura digna de considerar (o de despreciar) es la de Bruno Dumont, cuya La humanidad, pese a la dureza de parte de su temática, puede poner a prueba muchas paciencias. Para entrar en el mundo de este director, recomendaría mucho más su ópera prima, La vida de Jesús, con ese ambiente de moteros marginales de pueblo que termina siendo bastante memorable.
Y sin movernos del ámbito francófono, un experto en exasperar al respetable sigue siendo el gran Jean-Luc Godard, cuya última peli hasta la fecha, Adiós al lenguaje, llegó a provocar disputas entre el público de los cines Renoir Plaza de España. Y eso que no se trataba de la versión en 3D.![]()