Tengo que reconocer que me gusta muchíssisisimo este hilo; hacía falta algo así.
En mi caso la cantidad de cosas que colecciono también son variadas: musica, películas, cómics, merchandising y cosas relacionadas con videojuegos retro (recreativas sobretodo) principalmente.
No me ha supuesto tampoco un gasto importante, porque siempre he tenido el don de la contención, pero en los momentos de bajón pueden ser un engorro, sobretodo en una mudanza: ¿alguien ha intentado subir por una escalera, sin descansillo, con una contrahuella casi del mismo tamaño que la huella, con un ancho de 80 cm, una recreativa de 60 cm de ancho y 100 y pico de kilos, entre cuatro? Pues eso.
La verdad es que a veces envidio a los que no coleccionan; los que piensan que para qué cojones van a tener varias ediciones del mismo disco cuando lo pueden tener archivado digitalmente, sin ocupar espacio. Yo no puedo; necesito saber que lo tengo físicamente, aunque luego lo guarde en su respectiva funda y la mayoría de las veces lo escuche en digital.
Si, coleccionar es un coñazo a veces, pero tengo que decir que yo no tengo la culpa: en realidad la culpa es de todos los que me rodean menos yo, que son los que han provocado esta situación. Varias anecdotas a tener en cuenta para entenderlo:
Cuando todavía estaba en el colegio, un amigo mío se compró un cómic; una vez que lo leyó, se lo pedí, por curiosidad: me dió evasivas; se lo volví a pedir y me volvió a dar evasivas; a la tercera vez nos peleamos y, por despecho, me fui a comprar un cómic (recuerdo que era un grapa de Youngblood de Rob Liefeld, afortunadamente he ido refinando el gusto); mi madre, que me vio comprármelo, me dijo que si quería a partir de ese momento me compraría algún que otro cómic: ¿qué clase de madre retorcida hace eso?
Por tanto la culpa de que coleccione cómics es de ese amigo y de mi madre, no mía.
Otras dos anécdotas: mi deseo de siempre había sido comprarme una máquina recreativa, pero no disponía del espacio ni del dinero: mi novia, que se habia emancipado, se ofreció a dejarme el dinero y una habitación de su nuevo piso para conseguirla. Esa misma novia, la muy hija de su madre, fue la que me metió de lleno en el mundillo de las ediciones limitadas de los álbumes de música, regalándome el primer disco de los planetas, concretamente un EP en vinilo valorado en unos 150 euros. Qué poca vergüenza.
Por tanto la culpa de que coleccione música y que tenga una máquina recreativa y un pinball es de mi novia, no mía.
Todo esto lo digo por si alguna vez se me cae la estantería de cds encima, o la de los comics, o la recreativa, o lo que sea, y no sobrevivo, haya constancia de quienes son realmente los responsables y hagáis la denuncia pertinente por mi parte; os estaría eternamente agradecido




LinkBack URL
About LinkBacks
Citar