La edición tiene una calidad de imagen tirando a mala, pero lo peor de todo es la falta de sincronización de los subtitulos, retrasados. Es una lastima porque aunque no se trata de una joya del cine negro, la presencia de Edward G. Robinson la valora.




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. Teniendo en cuenta que se trata de una edición reciente (del 2012) es una vergüenza. Tiene todos los defectos imaginables: imagen propia de un VHS gastado, blanco y negro con tornasolado de colorines, anamorfismo me temo que falso (eso sí, respeta el formato: 2,35:1), un aliasing brutal, como hacía años que no veía, etc. Aceptables los subtítulos y el sonido, sin ser una maravilla (eso sí, la banda sonora se basa en un sonido de trompeta martilleante de difícil digestión). Sólo apta para buscadores de curiosidades, especialmente si se paga menos de 2 euros (como fue mi caso en Castelló 70-Nou).
