En cualquier caso, la serie sigue adoleciendo de problemas muy graves: dispersión, confusión, personajes de cartón piedra, diálogos pobres, interpretaciones justitas, CGI a veces cantarín, tramas a trompicones. La belleza visual, la música y algunos momentos puntuales son insuficientes para salvar semejante mamotreto. Aunque a mí no me seduzca, porque esperaba otra cosa, es respetable la tesis oficial de hacer algo inspirado en el mundo de Tolkien pero no necesariamente fiel al mismo, y que guste también a quienes no conocen a Tolkien, y que contenga guiños a todo lo que se mueve etc., etc. Lo que sucede es que la serie no les está saliendo bien y es un pestiño.