Yo es que con lo que me DESCOJONO es con lo permisivo que es el tiempo, para bien y para mal.

Spielberg en todas sus películas tiene revoluciones formales a mares, puntos de vista técnicos gloriosos y un contenido que suele ser hilo conductor. Vamos, lo que hacía media nouvelle vague. Lo que pasa es que está vivo y lo que pasa es que gana pasta. Ni más, ni menos.

Gracias a Dios, viviré lo bastante para verle en su sitio, si no ocurre ningún destiempo.

Es como si nos ponemos a cagarnos en la narrativa artrítica y de traspiés que posee Al final de la Escapada. Y suena a disparate, pero Spielberg es un tío visceralmente técnico y hay que empezarle a partir de ahí, reinventando la capacidad de encuadre y, últimamente, hasta de hombro y diseños de sonido.

Es más, creo que Spielberg tiene varias fases: primero te fanatiza (creo que todos venimos de él, con esta generación), luego te pones a ponerles trabas a contenidos y luego, cuando empiezas a entender del aparato técnico y su uso, te tienes que rendir hasta la evidencia.

Vuelvo a remitirme al cine de HItchcock y sus fundamentos, sin lugar a dudas.