Pues yo no le veo ese exceso de moralina, de hecho creo que es una película tan amoral como lo pudo ser Match Point. Una tragedia igual de fría y calculada que aquella, pero con un elemento que a mí me ha llegado muy hondo: los límites que puede alcanzar la manipulación dentro de una amistad. En ningún momento me he creído que fueran hermanos (lo que quizás diga algo -para nada malo- de mi relación con los míos), más bien dos compadres que entran en una espiral con la misma facilidad con la que salen. Con la que sale uno, claro, el otro es la veleta a manipular a su antojo.
Y Allen demuestra, con igual maestría, que la mayor tragedia de todas es la vida misma. Los vapores del Támesis le perjudican, desde luego.
PD: En mi sesión también ha habido risas, y por momentos me preguntaba si me había perdido algo porque no tenía ni idea de que se tratara de una comedia.