¿Sabíais que los bebés no tienen la laringe igual de desarrollada que los adultos?
Eso dificulta la capacidad del lenguaje tal como lo ejecutamos los adultos, pero es vital para poder tragar mejor los alimentos.
¿Y sabíais que al crecer, la laringe cambia y nos permite poder usar el lenguaje, pero nos dificulta tragar de la misma manera que un bebé?
Parece ser que el ser humano, por un lado, es el único mamífero con la capacidad de emitir sonidos tan complejos como los del habla, pero a la vez, es el único que puede morir atragantado...
Sacado del libro de Eduardo Punset.