Tema: Elia Kazan: revisando sus películas

Primeros apuntes de Pinky (1949):

Conclusión: estimable film al que le falta más fondo de armario introspectivo y un plus de energía por mucho que en su día se considerara la propuesta atrevida, sin quitarle por ello valor a su contribución histórica. La propia inercia del éxito del film, cuarta película más taquillera de su año, dio como respuesta inmediata que la fractura social en el universo cinematográfico comenzara a estrecharse inmediatamente con mayor ímpetu, paso a paso, gracias a cineastas como Preminger, Kramer o los Ritt, Lumet, Frankenheimer & co., que ya estaban en fase de aprendizaje.

Lo mejor:

Spoiler:

el diseño de producción y la fotografía dotan al film de un ambiente, hostil y hostigado al mismo tiempo, que equipara los claroscuros ambientales del escenario con la severa convivencia entre los nubarrones psicológicos que tramitan las dos herencias, criolla y negra, de Patricia "Pinky" Williams. Retroalimentación, pues.

Lo peor:

Spoiler:

tufillo facilón manipulador y calculado que revolotea por ahí hasta desplegarse para deterioro paulatino del film, desvirtuando su último tercio; y personajes de relleno que no pasan de ser marionetas sin vida real, arquetipos funcionales válidos para un momento muy puntual de la historia listos para desembocar giros dramáticos válidos (una pena). Flácido y conveniente guión (adjetivos que sospecho van en sintonía con las anteriores muestras ya estudiadas de la primera etapa del director de Estambúl). Desconozco la novela. Me gustaría establecer comparaciones.

La mejor escena:

Spoiler:

La secuencia nocturna del intento de violación y posterior huída de Pinky de los "curiosos" paletos blancos que quieren probar bocado de un plato nuevo exótico, es convincente; pero, por la calidad de la gestión en la química establecida entre Crain y Barrymore, particularmente en este momento, me quedaré con la confabulación entre Pinky (Crain) y Miss Em (Barrymore) para librarse de la plasta de la prima de la moribunda, Melba, con la trampa y el trasfondo del broche de por medio. Eficaz sin duda alguna.

La pregunta: ¿Crain hubiese sido la elección natural de Kazan para el papel de Pinky? No, impuesta por Zanuck, imagino, al igual que en los films de Mankiewicz, según relatabais. Linda Darnell hubiese sido la opción más realista, ya puestos; de belleza más voluptuosa y carnal. Demasiado madura para lo que se me antoja buscaba Zanuck, suavizar uno de los aspectos más peliagudos del relato para hacer sentir más cómodo y afín al público bajo los rasgos inocentes y recogidos de Crain.



Completaré análisis en cuanto os pongáis mayoritariamente manos a la obra.