Por cierto, ya tengo revisada la película de la semana: East of Eden (comentario entre viernes y domingo). Y como he visto que hay ganas a plantear la película en clave de duelo interpretativo entre Brando y Dean, avanzo que en mi opinión no hay color: me quedo con el blanco y negro de Marlon antes que con el color de Jimmy. Y eso que, a pesar de su interpretación afectada y excesiva, un punto grotesca, le tengo simpatía a James y creo que como icono de la juventud de los 50 (o de la juventud a secas) funciona.