Su vestido blanco es inapelable. Ha cristalizado como un copo de nieve. Demuestra que ha conseguido su victoria anhelada, incluso frente a su "yo". Ya no es tan dependiente. Mirada firme al frente.
PD: Te recomiendo que algún día le eches las manos encima a Amores con un extraño, otra gran película que versa sobre estas inseguridades y pasado, presente y futuro. Natalie Wood con Steve McQueen esta vez.