Peliculón.
Esperaba encontrarme algo mucho más recargado y kitsch y no ha sido el caso. No es que Luhrmann no sea fiel a su estilo, pero creo que ha enfatizado más otros aspectos.
Creo que el bueno de Tom está muy bien como El Coronel; papel que podría haber caído en la caricatura y que Hanks lleva de forma sibilina lo que le hace más interesante.
El montaje tan dinámico que me retrotraía a Scorsese o al Stone de los 90; la pantalla partida tan DePalma; ese uso tan vivo de los colores... ¿Es cosa mía o el cine reciente está tremendamente desaturado?
Y Butler muy convincente como Elvis. Es cierto que a Luhrmann no le interesa centrarse en la psique del personaje y más en mostrarnos esa euforia del momento, cosa que consigue con creces.
Una de esas películas por las que vale la pena verla en pantalla grande.