
Iniciado por
sofocles79
El veterano, versátil y no muy prolífico director francés Jacques Audiard (autor de películas magníficas como De latir, mi corazón se ha parado o De óxido y hueso) firma la obra más inclasificable, extravagante, audaz y original de su carrera (que ya es decir) con Emilia Pérez. El film tenía grandes posibilidades de caer en el ridículo, pero la magia del cine y la pericia del bueno de Jacques permiten la eclosión de una de las propuestas más interesantes y disfrutables de la temporada (si no la que más). Hablamos de fascinación, no de perfección, porque Audiard busca epatar y transgredir más que filmar una película redonda (no lo es). En mi opinión, sale muy bien parado de su lisérgico viaje.
Extraña producción es esta, con equipo francés y actrices que hacen de mexicanas sin serlo (salvo la gran Adriana Paz, que da vida y de qué manera a un personaje con pocos minutos en pantalla). Ya habéis comentado que Zoe Saldaña brilla especialmente, lo cual solo puedo reiterar: su personaje es la verdadera protagonista de la historia y el motor de la narración y además la actuación de la estadounidense es estelar. También brilla la carismática y magnética Karla Sofía Gascón en un papel difícil, pues podría haber caído de lleno en la caricatura, cosa que esquiva con talento y oficio. Gascón es una de las grandes sorpresas del año que nos ocupa (Saldaña no lo es tanto porque siempre ha sido buena actriz).
Respecto a los números musicales mutantes que aparecen en la trama, considero que están muy bien creados y ejecutados, huyendo de tópicos. Se percibe cierta atonalidad en algunos de ellos, para mi satisfacción como espectador.
Como bien habéis también recalcado, la imaginería visual de Audiard es lo más "sobrio" de la cinta.
Una obra de arte a la que solo le achaco una pincelada gruesa, que se llama Selena Gómez. Entiendo su inclusión como reclamo para la taquilla y por su condición de cantante. Además, queda reservada para ella la mejor canción de Emilia Pérez (pese a ser la más ortodoxa del lote), Mi Camino. Sin embargo, su interpretación no es creíble por sus dificultades para expresarse en español. No entiendo como han podido caer en ese error siendo tan medida la producción de la película. Lo tenían fácil para haber resuelto el problema, creando un personaje estadounidense establecido en México ya como persona adulta. Se percibe incluso que Gómez no está cómoda en el rol. Una pena.
En resumen, he disfrutado mucho con Emilia Pérez. Otro tanto para el bueno de Jacques. Espero que se prodigue más en pantalla grande.