Descanse en paz.

Una actriz excelente (El verdugo, Fortunata y Jacinta) y una mujer de bandera (Carne de horca, Doña Francisquita y, sobre todo, Fedra, injustamente olvidada en las crónicas de su fallecimiento). Es una pena que la mayor parte del público sólo la conozca por sus intervenciones en series de televisión, indudablemente productos muy divertidos, pero inferiores a lo que su talento (o al de Julia Guitérrez Caba en 'Los Serrano', por citar otro caso) se refiere.

En fin, seguro que ya está bailando con su Emiliano el pasodoble de 'El gato montés'. Te quiero, Emma.