Caballeros, añadir subtítulos no es rentable, pero instalar ascensores en el metro tampoco lo es. Quizás no estemos planteando nuestra reivindicación de la manera correcta. Es posible que las asociaciones que protegen los derechos de ciertos discapacitados también tengan una opinión al respecto. Me refiero a los sordos.
No es factible regular el catálogo de una empresa privada por decreto ley pero sí debería serlo la exigencia del cumplimiento de una serie de parámetros que simplemente no han sido definidos. La subtitulación, la inclusión del idioma original de una película y el respeto íntegro de su formato original sí podría ser concretado con argumentos obvios.
Mi pregunta es: ¿existe una reivindicación o sólo estamos lloriqueando a la española? Si es la segunda opción no tengo nada que aportar a este diálogo. Si es la primera no me importaría formar parte de una delegación para dirigirse a la Señora Ministra en persona.