Es Tantino, vaya donde vaya, en principio, le recibirán con el culo en pompa... Pero claro, The Hateful Eight no funcionó muy bien (sobre todo en Norteamerica), por lo que al igual que a Scorsese (Scorsese, joder) le ponen pegas, sobre todo si el presupuesto se va por encima de los 50-60 millones. Y ahí, Netflix o Amazon entran en acción: tienen la pasta, y están buscando proyectos con gente de prestigio.
Y un estreno tecnico en salas selectas (como se hizo con los pases en 70mm de TH8) y asunto finiquitado.
Ya no me sorprendería nada (y ojo, me alegraria que gente como Tantino colaborará con plataformas de streaming si le dan la libertad necesaria).
Porque al final, va de eso: libertad para hacer que los genios puedan hacer su trabajo.