Cuando se empezaron a recopilar datos sobre este proyecto, fuimos bastantes los que sospechamos del acierto de pretender llevar esa matanza al cine. Se fueron conociendo más detalles de la trama, vimos el tráiler y muchos ya imaginamos por dónde iban a ir los tiros.
No hay bajada de pantalones. Tarantino tiene patente de corso para hacer lo que le de la gana. Pero si esta película a otro ni se la financiarían por lo complicada que es de vender al gran público.