Escritores y plagios

Acabo de leer en "El país" que Bryce Echenique ha sido condenado en Perú por plagiar 16 artículos de 15 autores distintos. Entre las perlas que esgrimió en su defensa, adujo al respecto que "los artículos no habían sido publicados en el Perú y por ello no se podía pretender protección por las normas nacionales".

Evidentemente, es vergonzoso. Y pensar en ello me ha traído a la memoria varios casos de naturaleza parecida sucedidos en este país. El más notorio, el de Cela y "Madera de boj"· No leí la novela, ni, evidentemente, el trabajo de la anónima señora demandante que había enviado su trabajo al Premio Planeta; pero, si los fragmentos de ambas obras publicados en prensa son auténticos, el plagio fue evidente y cochambroso: no sólo pone en duda algunas cuestiones alrededor de Cela, sino una entidad tan polémica y de quizá dudosa reputación como Planeta. El desencuentro se disolvió con la muerte del autor, y la potencia económico-jurídica de la editorial.

Recuerdo también cuando acusaron de plagio a Lucía Etchebarría, y ella, sin un ápice de vergüenza o reflexión, anunció que lo que hacía era sólo "interlineado". Un interlineado sin añadir las correspondientes referencias, y a veces sin ser ni siquiera breve. Se quedó tan tranquila.

A otro campo pertenece el famoso caso de Ana Rosa Quintana, que no creo que haga falta recordar.

Y mi pregunta, llegado este momento, es: ¿tan extendido está el plagio en los círculos más visibles de la literatura española/castellana? ¿por qué?

Pensándolo bien, al releer esto, y recordando el cachondeo existente alrededor de determinados premios literarios celebrados en España, uno llega a pensar que no quedan -a la luz más visible- escritores realmente buenos o verdaderamente originales aquí. Que la industria se ha impuesto definitivamente. Aunque tampoco es de extrañar en un país donde todos escriben, todos piensan que lo hacen muy bien, y luego nadie lee.

En mi opinión, si uno se para a pensarlo detenidamente, acaba obteniendo una sensación de fraude global alrededor de la literatura (industrial?) española. Al menos en determinados círculos, sí.
Aún ayer me lo decía una amiga: Maruja Torres ha ganado ya los dos premios literarios más importantes que hay en España, Cervantes aparte. Y al margen de lo simpática que es, y de trabajar en determinados medios de comunicación, ¿qué gran novela ha escrito ella para llegar a algo tan alto que debería ser señal de una cierta calidad? ¿a quién le inspira, cambia algo, quién la sigue o qué tendencia implica lo que ha escrito?

Es curioso, porque uno lee estas noticias de plagios cada cierto tiempo, y ya no se sorprende. Y eso es precisamente lo que me sorprende a mí: esa sensación de impunidad colectiva, donde todo vale, como si en el fondo todos lo supieran, o (casi) todos lo hicieran, y no importase. Ocurre, se prueba, se sentencia, pero ni una sola condena literaria. Ni desaprobación/reprobación pública. Mejor mirar hacia otro lado.