Abro otra linea paralela, y es cuánto de grande se ha hecho nuestra colección de BDs gracias a que el formato no ha triunfado o implantado generalmente en todos los hogares. Lo que tiene de malo (por ejemplo, la no edición de muchos títulos, o no tan rápido como quisiéramos) tiene de bueno, en todas las promociones que nos han permitido tener más BDs a precios más competentes, que en su día el dvd.
En ese sentido, y permitidme la expresión, agradezco que el
BD no haya captado la atención de todo el mundo, sobre todo de aquella gente que sigue gastando una pasta en dvds, también de estrenos actuales, porque ya les vale con ese formato.