Amor y otras drogas también ha sufrido el varapalo de la crítica americana. Yo tengo sentimientos ambivalentes con esta película. Por un lado tengo curiosidad por ver a Zwick dirigiendo una historia carente de épica, megalomanía y presupuesto holgado. Por otro lado este tipo de comedias destinadas mayoritariamente al público femenino no me suelen gustar mucho.
De todos modos la que tiene peor pinta es la de La daga de Rasputín. Me parece un producto un tanto anacrónico, con un tono humorístico más propio de finales de los ochenta y principios de los noventa.