Lo acabo de leer en Internet y me ha dejado helado.
Actor de enorme talento ("La milla verde" lo corrobora) que debió sufrir mucha mejor suerte en el cine... y en la vida. Su enorme físico fue en un principio su gran baluarte, pero a la larga resultó lo que le encasilló en papeles de siempre similar índole y características.
Su John Coffey quedará por siempre jamás en el recuerdo de todo aquél con corazón en el pecho y un mínimo amor por el cine.
Como decía Tom Hanks en esta maravillosa película, hoy el cielo recoge a otro de sus milagros.
Descanse en paz.