Descanse en paz. Me ocurrió una cosa curiosa con este hombre. Por la época que gana el Goya al mejor director, estuvo en la inauguración del Festival de Málaga. Yo no sabía de su presencia, pero una mañana, bajando hacia el centro, veo a dos señores tomando un café en la plaza de la Constitución malagueña a eso de las 11 de la mañana o algo así. Pasé muy cerca de uno de ellos, con gafas cuya cara me sonaba mucho, pero al que nadie reconocía. Enseguida me vino la inspiración: "Ostia, Borau ahí tranquilo y nadie le dice nada". Me imagino que el buen hombre estaría precisamente por eso en la gloria.
Como en la gloria espero que esté ahora mismo. DEP.