Parecía la típica miniserie telefilmesca hecha deprisa aprovechando un suceso de actualidad polémico, pero no. Aunque por antecedentes similares había motivos para temer, me equivoqué prejuzgando a Fariña. Vistos los dos primeros episodios, apunta alto y va muy a saco. ¿Narcos a la española? Las comparaciones son odiosas pero en este caso sería un halago. Veremos al acabarla.