Vista y disfrutada ayer por la tarde. Cero decepción. Ésta es de esas películas a las que se le podrán criticar mil cosas, pero su honestidad es intachable. Da lo que promete que va a dar, y más.
¿Qué habéis venido a ver? ¿Mamporros? El trio Johnsson-Statham-Elba se reparten unos cuantos durante toda la película, para que no le falte a ninguno. ¿Humor? La química que hay en los piques entre Hobbs y Shaw hace que salten las chispas hacia las butacas. Son como dos niños, pero con músculos y testosterona. Un no parar de reír. ¿Acción y velocidad, quizás? Hay varias y muy espectaculares persecuciones y set-pieces que están muy bien rodadas.
Y es que no nos engañemos. Esto no es El Padrino. Es el universo de Fast & Furious. Es diversión. Es acción. Es adrenalina. Son peleas a puñetazos. Es el más difícil todavía. Es el espectáculo elevado a la enésima potencia. Es poner al límite las capacidades físicas del ser humano, y aún así, ir un poquito más allá. Es el tipo de película que si la viera mi hijo de un año y medio, le saldría bigote y pelo en el pecho.
Señores, si habéis llegado hasta aquí (8 películas y este spin-off), no le deis más vueltas. Habéis venido a ver al hombre que desvió un torpedo con una mano como el que espanta un mosquito de un manotazo. Aquí lo veréis como el niño que pasea por la feria con su globito. Y si entráis al trapo, y jugáis, os lo vais a pasar teta.
Ostras, pues yo sólo recuerdo...
Spoiler:
¿Qué se me ha escapado? Jajaja
Por favor, dime que esa escena post-créditos, la de la llamada de Reynolds, es la última. Que después de esa, encendieron las luces y me salí.