Medir la calidad en función de la cantidad puede resultar engañoso, empezando porque la producción de obras no es la misma en cada país. Tampoco la taquilla parece un método infalible para evaluar la calidad de una película.
La gente puede recordar "Love Story" y que fuese un éxito económico en su momento, y olvidar muchas buenas películas sin grandes recaudaciones de taquilla.