Está claro que la pobre Raquel hace lo que puede pero creo que la forma de gestionar el club por parte de Warner es un engaño al consumidor. Pienso que la denuncia en un juzgado puede ser excesiva, pero denunciar ante consumo si que podría resultar positivo y hacer que esta gente gestione el club como es debido o lo elimine si realmente no les interesa fidelizar a sus clientes y fomentar la venta de sus películas, que al fin y al cabo es lo que teoricamente deberían perseguir.