Diodati, viendo el otro día precisamente un poquito del comienzo de Qué bello es vivir, llegué a esa escena que comentas, la del albornoz de ella, guapísima, y el en pijama o algo parecido, horroroso. Digo que me recordó tus sabia calificación de papafritas, sobre todo, cuando ella quiere lo que todos sabemos, pero él no se entera de nada. La escena culmina de forma cómica con el vecino de bigotes, conminando al papafritas a que la bese. Buenísima escena.