Cita Iniciado por Diodati Ver mensaje
Sí, en efecto. Estoy de acuerdo con lo que habéis apuntado ambos. Está claro que la fábula funciona a partir de ese momento mágico, fantástico, de la realidad alternativa que cambia las cosas. Pero no menos magia tiene esa campanita que suena al final. Por cierto, terrorífico sí que era su domicilio antes de ser restaurado, cuando el Gran Papafrita tiraba piedras a sus ventanas. Buen relato de fantasmas podría haberse realizado allá, jejejeje.
Diodati, viendo el otro día precisamente un poquito del comienzo de Qué bello es vivir, llegué a esa escena que comentas, la del albornoz de ella, guapísima, y el en pijama o algo parecido, horroroso. Digo que me recordó tus sabia calificación de papafritas, sobre todo, cuando ella quiere lo que todos sabemos, pero él no se entera de nada. La escena culmina de forma cómica con el vecino de bigotes, conminando al papafritas a que la bese. Buenísima escena.