Me alegro de que te haya gustado tanto Campanilla, tenía la intuición de que así sería

Ciertamente no es una película de "visionado ligero", hay que encontrar el momento para disfrutarla, y quien buscara en ella la comedia alocada con un tipo con una cabeza de cartón piedra que se atisbaba en los trailers puede fácilmente llegar al hastío, sobre todo en la parte media del metraje, donde puede adolecer de una pérdida de ritmo; el encierro en la cabaña del campo se alarga demasiado, pero renace por completo en el tercio final, con un Frank expuesto y vulnerable al público, con esas situaciones que hacen reír al mismo tiempo que muestran el drama de su incapacidad para gestionar su propia inadaptación; este último tramo tiene momentos verdaderamente memorables, con la culminación en ese reencuentro que menciona Campanilla.

Una verdadera pena que no pudiésemos disfrutar de ella en las salas, por motivos que entran en los enigmas de las distribuidoras, y una prueba de la categoría de Fassbender, implicándose en un modesto y personal proyecto sin intereses comerciales, como hizo también con Slow West, otro film que gana en el recuerdo. Un olé, olé y olé para él, con su cabezón