Acabada de ver, creo que Patrick DeWitt adapta muy bien su novela (hice los deberes y me la leí la semana pasada) a la pantalla (sin grandes cambios, más allá de algún detalle eliminado y un final más elíptico, pero manteniendo esos toques extravagantes que presenta la novela) y Azazel Jacobs nos la presenta en imágenes de una forma sencilla pero creo que muy conseguida, sobre todo por la invernal fotografía, casi siempre de interiores, de Tobias Datum.

Pero lo importante son los personajes y ahí, lo que hace la Pfeiffer es maravilloso, al ser la elegancia personificada y otorgar muchísimos matices a su Frances Price con una mirada, un gesto, un además de cigarrillo. Y de nuevo, pues Lucas Hedges va a la zaga (menuda colección de madres está teniendo en la ficción) y tiene con ella alguna escena casi perfecta, como esa en que ella lava los platos.

Saludos