Lo maravilloso del cine y, especialmente de las grandes películas - y esta lo es, que nadie lo dude, aunque me mantengo en que el trabajo como realizador de Wiene es muy limitado (otra cosa son sus títulos posteriores) - es que las interpretaciones son tan variadas como los espectadores que las contemplan.
Para mí, sin duda es una obra maestra del cine, independientemente del género (o géneros) al que pertenezca y desde luego la escenografía y la actuación de Krauss y de Veidt son sus grandes bazas.
De hecho la película es tan buena que con o sin prólogo y epílogo (que puede o no ser atribuido a Lang, aunque yo opino que sí y permitídme la audacia) el resultado no se ve afectado.
Lo que yo niego con rotundidad es la intepretación de Kracauer de ver en Caligari un antecedente del mismísimo Hitler cuando este no llego al poder hasta los años '30.
Lo más maravilloso de la propuesta es ese ambiente onírico (de pesadilla) y que ha influido en tantos títulos posteriores.
Y ahondando en la labor tras las cámaras de Wiene, el trabajo de Rye (o de Wegener o de...) es muy superior, siendo una pelicula siete años más vieja.
Y yo juraría y perjuraría por su gran parecido físico que el asesino de la anciana y al que se le atribuyen inicialmente los otros dos asesinatos es Klein-Rogge.
Y, desde luego, es un gusto discrepar (en parte) con compañeros tan inteligentes y mucho más formados que servidor. Si no fuese así, vaya aburrimiento de vida sería esta.
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