Nuestro gentilicio es torremolinense. Por cierto, el pueblo recibe este nombre porque en su época (no me preguntéis cuál
) había una torre vigía (al final de la calle San Miguel) y muchos molinos, pues era un pueblo eminentemente dedicado al campo y a la pesca.
Luego ya vino el turismo. Eso sí. Mucho antes que en cualquier otro sitio de toda la costa.