House by the River (1950)



Desde luego, House by the River es uno de los films estadounidenses menos conocidos de Lang (quizá junto a You and Me o American Guerrilla in the Philippines), una producción modesta de Fidelity Pictures (que será también la productora de la magnífica Rancho Notorious). Además, como se comenta in extenso en el extra de la edición en DVD de Avalon-FNAC, fue un film difícil de visionar durante años, que no cuenta con un reparto especialmente destacado ni se trata de la adaptación o el remake de una obra de prestigio.

Pero, con todo, se trata de un film, ciertamente, atractivo, incluso, por momentos, excelente, aunque en el cómputo global no alcanza el nivel suficiente como para figurar entre los mejores dentro de la etapa norteamericana del director.

Entre los pros destaca un trabajo de puesta en escena magnífico, en especial en ese arranque que tan bien ha diseccionado Alcaudón. Todo ello servido por un trabajo espléndido tras la cámara de todo un veterano, Edward Cronjager, con una larga filmografía a pesar de tener solo unos 45 años. La iluminación y ambientación del film son excelentes, con mención especial para ese omnipresente río (no se llega a identificar en ningún momento; en la novela se trata del Támesis), que adquiere un carácter simbólico evidente, en forma de destino que arrastra a los personajes, algo muy presente siempre en el cine de Lang.

Ese río, siniestro a veces, en el que flotan los cuerpos sin vida de cabezas de ganado y todo tipo de desechos, como comenta la vecina, Mrs. Ambrose (Ann Shoemaker),



al protagonista, el hosco escritor en horas bajas Stephen Byrne (Louis Hayward), es, sin duda, uno de los personajes principales del film. Su luz espectral envuelve como una mortaja el cadáver de la sensual Emily, el oscuro objeto del deseo de Stephen, convertida en su víctima, al no poder refrenar este su impulso criminal, en una fusión de Eros y Tanatos de manual, por mucho que se nos presenta como una muerte hasta cierto punto accidental.



Interesa aquí resaltar el comentario de Lang de que su intención era que el personaje de Emily fuera una actriz negra, en lugar de la bella, pero más convencional, rubia seductora que encarna Dorothy Patrick.



Desde luego, hubiera resultado toda una osadía que, de buen seguro, le hubiese acarreado al film graves problemas de distribución.

Entre los contras, junto a ciertas debilidades del guion (puede que procedentes de la novela original de A.P. Herbert, que no he tenido el gusto de leer), quizá sea el reparto uno de los principales. No es que estén mal los actores, incluso destacan los secundarios (como Flora Bantam, la criada de John, o en general el policía, los abogados o el juez). Pero el contrapunto al asesino, su hermano John (Lee Bowman), me parece demasiado soso, timorato, con lo que su pasión por Marjorie, la mujer de Stephen (una correcta Jane Wyatt), no adquiere el tono romántico y turbulento que requería un relato de estas características, y que refuerza, quizá demasiado en algunos momentos, la música de George Antheil.



En medio, el Stephen de Louis Hayward se mueve en un difícil equilibrio entre lo sardónico y lo histriónico que, si bien ofrece alguno de los momentos más perturbadores, también sobrecarga en demasía otras escenas.



No obstante, me encanta ese plano en que solo apreciamos su silueta, a contra sol, junto al río, con un efecto de luz fantasmagórico.



Finalmente, sorprende la resolución del film, con el detalle de la cortina estrangulando a Stephen, un cierre macabro que parece escapado de un relato de Poe, y que promueve la adscripción del film dentro del género de terror.

En todo caso, un visionado estimulante, que nos permite encarar con las pilas cargadas el próximo visionado, la francamente mediocre American Guerrilla in the Philippines, aunque Alcaudón nos anuncia un interludio con un western dirigido por Anthony Mann, Winchester ‘73, que hace años que no veo, y que nuestro enciclopédico amigo y patrón de este hilo ha insistido desde el primer momento en incluir en esta revisión. Los porqués, próximamente en esta pantalla.