En esa época de principios de los 90 yo era de García y también de Pumares, al que conocí por casualidad una vez que me quedé dormido (su programa venía tras el de García, que terminaba a las tantas). Ahí tengo que reconocer que empecé a escuchar títulos de clásicos que desconocía (casi todos, obvio) y sobre todo, la música que ponía.