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Tema: Fritz Lang: revisando sus películas

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  1. #11
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    Predeterminado Re: Fritz Lang: revisando sus películas

    Entrega n.º 48 (y última…)

    43. DIE 1000 AUGEN DES DR. MABUSE / LE DIABOLIQUE DOCTEUR MABUSE / IL DIABOLICO DOTTOR MABUSE (1960, LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE)







    Coproducción germano-franco-italiana.

    Director: Fritz Lang.

    Productor: Artur Brauner.

    Producción: CCC-Film (Berlín) / Critérion Film S. A. (París) / S.P.A. CEI-Incom (Roma).

    Distribución: Omnia-Film.

    Guion: Fritz Lang y Heinz Oskar Wuttig, basado en la novela “Mr. Tot acêtas mil okulojn” de Jan Fethke (1931) y en el personaje creado por Norbert Jacques.

    Fotografía: Karl Löb, en blanco y negro y formato panorámico (1.66:1).

    Dirección artística: Erich Kettelhut y Johannes Ott.

    Música: Gerhard Becker.

    Montaje: Walter y Waltraut Wischniewsky.

    Reparto: Dawn Addams (Marion Menil), Peter van Eyck (Henry B. Travers), Gert Fröbe (Inspector Kras), Wolfgang Preiss (Peter Cornelius/Profesor Dr. S. Jordan/Dr. Mabuse) y Werner Peters (Hieronymus B. Mistelzweig).

    Rodaje: 42 días / del 5 de mayo al 28 de junio de 1960.

    Duración: 1:43:35.

    Estreno: 14 de septiembre de 1960 (Stuttgart).



    Un par de puntualizaciones antes de iniciar el comentario del último largometraje dirigido por Fritz Lang.

    Primera.

    Dado que el visionado del mismo tuvo lugar el pasado día 29 y mi memoria (aunque alguno pueda pensar lo contrario) no es precisamente la de un elefante (aunque soy pesado de c…) la reseña con la que cerramos la filmografía del director vienés será más breve (o eso creo...) de lo habitual, algo además sobrevenido porque LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE, aunque ciertamente entretenida, está muy lejos de los grandes títulos que cimentaron su fama en los ya lejanos años ‘20 del siglo (y del milenio) pasado.

    Segundo.

    Despejar una (pequeña) incógnita que deje caer no en este sino en el rincón Hammer y/o Terence Fisher (¿?) y que era la siguiente…

    Por cierto, ¿qué tienen que ver películas (no) tan aparentemente disímiles como LAS DOS CARAS DEL DR. JEKYLL, PSICOSIS y LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE?

    Aunque la respuesta se ha hecho demorar en realidad era muy sencilla…

    La hermosa actriz británica (y prematuramente desaparecida) Dawn Addams (1930-1985) es la protagonista femenina tanto en LAS DOS CARAS DEL DR. JEKYLL como en LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE.



    La similitud entre PSICOSIS y LOS CRÍMENES viene por partida doble.

    Por un lado, la (y perdonad la redundancia) protagonista femenina se llama Marion.

    Por otro lado, hay una secuencia muy similar en ambas películas en las que un hombre (allí el villano (Bates/Perkins), aquí el héroe (Travers/Van Eyck)) ejerce de voyeur - a través de un agujero en la pared (PSICOSIS) o un espejo trucado (CRÍMENES) - de una hermosa joven en ropa interior…





    ... de color blanco… aunque esto último sólo lo intuyo dado que ambas se rodaron en monocromático… y formato panorámico…

    ¿Os ha gustado?

    Por cierto, Dawn Addams trabajó una vez más con la Hammer en la mejor de las tres “adaptaciones” de la obra “Carmilla” (1871-1872), de Joseph Thomas Sheridan Le Fanu, THE VAMPIRE LOVERS (1970), de Roy Ward Baker, junto a una esplendorosa Ingrid Pitt.

    Ah, y el protagonista masculino (e igualmente prematuramente desaparecido), el alemán Peter Van Eyck (1911-1969),



    ... había hecho lo propio en un atractivo thriller dirigido por Guy Green y titulado LA MÁSCARA SUBMARINA (1958) y que yo no comenté en el rincón Hammer pero sí, creo recordar, el incombustible mad dog earle, si mi memoria (que ya digo no es precisamente de elefante) no me traiciona…

    Como podéis comprobar me he permitido la licencia (o más bien el gusto) de incluir los póster alemán, francés e italiano dado que la película, como el díptico LA TUMBA INDIA, era una coproducción entre esas tres orgullosas naciones.

    Y dado que antes ha salido a colación el nombre del británico Terence Fisher su homólogo austríaco cerraría su filmografía como director (que no como actor como pronto veremos…) con el retorno a su personaje más querido y/o carismático.

    O sea, el Barón Frankenstein en el caso del primero y el Doctor Mabuse en el caso del segundo.

    Y que conste que Frankenstein también era Doctor… entre otras cosas…

    Aunque tanto el díptico LA TUMBA INDIA como LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE – aunque en puridad el mismo debería haberse traducido en nuestro país como LOS 1.000 OJOS DEL DR. MABUSE, no sólo por respetar el original sino sobre todo porque la vista (y el órgano que la sustenta, o sea, el ojo) conforma el nudo gordiano de la trama – fueron producidos por (el más que centenario) Artur Brauner (1918-2019) lo cierto es que para Fritz Lang supusieron a nivel personal una de cal y otra de arena.

    O mejor dicho, una de arena y otra de cal, puesto que el primero fue un proyecto largamente anhelado por el director desde que en 1921 el también productor Joe May le birló el puesto después de que este se lo hubiese prometido (y cuyo guion había escrito al alimón con su por entonces amante, Thea von Harbou) mientras que el segundo fue un encargo que Lang aceptó a regañadientes y más que nada porque no quería que nadie que no fuese él usase el personaje creado por el luxemburgués Norbert Jacques (1880-1954) y que había inmortalizado en dos de sus mejores cintas, EL DR. MABUSE (1922) y EL TESTAMENTO DEL DR. MABUSE (1933).

    Además, a pesar de que LA TUMBA INDIA fue un gran éxito de taquilla (aunque no de crítica) Lang dispuso de muchos menos recursos económicos para esta tercera (y última, al menos por su parte) entrega del caleidoscópico Dr. Mabuse.

    El problema es que el mencionado galeno había fallecido en la segunda…

    Antes hablábamos de la la Hammer. Ahora hablemos de la Universal.

    Si la pequeña (por entonces) compañía de Carl Laemmle, Sr. (1869-1939) y Jr. (1908-1979) había producido FRANKENSTEIN (1931), BRIDE OF FRANKENSTEIN (1935) y… SON OF FRANKENSTEIN (1939)…

    … aquí traducidas respectivamente como EL DOCTOR FRANKENSTEIN, LA NOVIA DE FRANKENSTEIN y… LA SOMBRA DE FRANKENSTEIN…

    … ¿por qué no iba a hacer lo propio Lang y, de esta forma, el hijo del infausto Doctor heredar el puesto de su padre?...





    Claro que si la película se hubiese titulado EL HIJO DEL DR. MABUSE me temo que hubiésemos levantado la perdiz antes de tiempo.

    Aunque no se indique expresamente en los títulos de crédito al parecer Lang se basó a partes iguales en el personaje creado por Jacques y en la novela escrita en esperanto (¿?) “Mr. Tot acêtas mil okulojn” (1931), de Jan Fethke (1903-1980) y que podría traducirse como “El señor Tot compra mil ojos”, si no me engañan los escasos conocimientos que tengo de este idioma…

    Ciertamente LOS CRÍMENES es la peor (o la menos buena para no ser tan severos) de las tres películas que Lang dedicó al genio del crimen.

    De hecho, el director austríaco se permite incluso “remakear” (permitídme el palabro) una de las escenas cumbres de la segunda entrega, la del asesinato a manos de uno de los secuaces de Mabuse del locutor de televisión (como el personaje encarnado por el gran Dana Andrews en MIENTRAS NUEVA YORK DUERME (1956)) Peter Barter cuando los vehículos de uno y de otro se paran ante un semáforo en una avenida atestada de tráfico.











    Eso sí, si allí se usó una simple bala aquí – los tiempos cambian – el agente n.º 12 (el suizo Howard Vernon) – se decanta por un arma mucho más sofisticada: una aguja de acero directamente en el cerebro.

    Vamos, como cuando uno trata con zombis.

    Otro de los signos de desgaste del personaje es que a medida que pasan los años el mismo va perdiendo protagonismo a pasos agigantados.

    Y no sólo eso sino que el actor que interpreta al personaje cada vez es menos carismático.

    Sin bien es cierto que ya en la primera entrega Mabuse/Rudolf Klein-Rogge tenía un rival a su altura, el fiscal von Wenk/Bernhard Goetzke, sería en la segunda cuando el sucesor de aquel, el profesor Baum/Oscar Beregi se vería completamente eclipsado por el orondo inspector de policía Lohmann/Otto Wernicke.

    Y es que aquí y para rizar el rizo, Mabuse o mejor dicho, el hijo de Mabuse, no tiene uno sino dos rivales de categoría.

    Por un lado el inspector Kras (Gert Fröbe, el asesino de niñas en la magistral EL CEBO (1958), de Ladislao Vadja) y por otro su homólogo de la INTERPOL, el carismático Hieronymus B. Mistelzweig (¿?) (un genial Werner Peters) que más parece un remedo del Casper Gutman de “El Halcón Maltés” (1930)… o del Sydney Greenstreet de EL HALCÓN MALTÉS (1941)…





    Y eso si no contamos con el personaje que encarna Peter van Eyck, el poderoso dueño de una fábrica de misiles (¿?), el supuesto héroe de la película quien, lógicamente, se enamorará hasta las trancas de la (aparente) damisela en peligro, la bella Marion (Dawn Addams).



    El mayor problema que le veo a la película es que ya desde las primeras de cambio se ve venir quién está detrás de la ola de crímenes que asola la ciudad.





    La gracia de la propuesta es que el nuevo Doctor Mabuse se haga pasar por un vidente ciego que además colabora con el departamento de policía y, especialmente, con el inspector Kras, al que avisa con escaso margen de maniobra de crímenes que están a punto de suceder.



    Y digo que tiene gracia, además de por lo arriba indicado, porque si recordáis en la primera (y mejor) entrega del personaje, EL DOCTOR MABUSE (1922), el villano tenía encerrados en un sótano a un grupo de ciegos que se encargaban de contar los billetes falsificados fabricados por su organización.

    Y por otro, porque como también mencionaba al principio, el ojo será el elemento aglutinante de la trama y, especialmente, la genial idea de usar el Hotel Luxor como centro de operaciones del villano. Un hotel que edificaron los nazis en 1944 y en el que colocaron multitud de cámaras de televisión (¿?) para controlar las idas y venidas de los visitantes extranjeros.

    Pero me gustaría recordar que en un título tan vetusto (por la edad, no por la calidad) como la primera entrega del díptico LAS ARAÑAS (1919/1920) la mencionada organización ya contaba con un circuito cerrado de televisión.

    A lo largo de esta extensa (y extenuante) revisión hemos comprobado las múltiples conexiones que existen entre Lang y Hitchock (o Hitchcock y Lang).

    Y así como acabo de indicar que EL MINISTERIO DEL MIEDO (1944), es una película que bien podría haber firmado el mago del suspense, igualmente LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE presenta notables concomitancias con la obra del británico y no sólo por esas dos puntualizaciones que ya he comentado.

    Uno de los debes de la cinta es lo escasamente creíble de la relación entre Henry y Manion, a pesar del buen hacer de los intérpretes.



    Tampoco el villano encarnado por Wolfgang Preiss está a la altura de sus antecesores.



    En cambio, tanto Gert como Werner son, de lejos, lo mejor de la función y por ello las escenas en las que aparecen ellos, juntos o por separado, son las mejores de la cinta.





    Otro de los debes de la película es el personaje del marido de Marion, Roberto (Reinhard Kolldehoff), que tiene un pie zambo y al que se nos pretende colar como el nuevo Doctor Mabuse.



    La película, como LA TUMBA INDIA, fue un éxito de público, aunque los críticos alemanes se despacharon a gusto con ella.

    Seguramente por ello el productor Brauner rápidamente se puso manos a la obra y enseguida facturó un par de “continuaciones”, EL DIABÓLICO DR. MABUSE (1961) y LAS GARRAS INVISIBLES DEL DR. MABUSE (1961), ambas dirigidas por Harald Reinl y protagonizadas por Lex “Tarzan” Baxter y tres de los actores principales de la cinta hoy comentada, Gert Fröbe (sólo EL DIABÓLICO), Werner Peters y Wolfgang Preiss.

    Claro que también podríamos mencionar EL TESTAMENTO DEL DR. MABUSE (1962), de Werner Klinger, con Fröbe y Preiss.

    Etcétera.

    O sea, que el bueno del Doctor Mabuse acabó por convertirse no en un remedo del Conde Drácula hammeriano sino en un precursor del mismo dada la facilidad que tenía para resucitar entre entrega y entrega con una constancia digna de mejor causa.

    Seguramente LOS CRÍMENES DEL DR. MABUSE no era la película que el director tenía en mente para cerrar su brillante carrera a un lado y a otro lado del Atlántico.

    Creo sinceramente que Lang firmó su auténtico testamento cinematográfico con el díptico MIENTRAS NUEVA YORK DUERME / MÁS ALLÁ DE LA DUDA.

    De todas formas, la película bien merece el desplazamiento y si no es un broche de oro a una carrera irrepetible sí al menos lo es de bronce.

    Por lo menos no se colgó la medalla de chocolate.

    Ha sido un placer compartir esta revisión con todos vosotros y lamento no haber cumplido con los plazos de entrega previstos pero me temo que el Alcaudón de 2020 ya no es el Alcaudón de 2022. Y no parece que el 2023 se presente mejor.

    De todas formas gracias a tod@s y, especialmente y si me lo permitís a una compañera a la que much@s echamos de menos.

    Amiga Jane Olsen, va por ti.

    Y como siempre digo…

    Buenas noches y, buena suerte.

    Y de nuevo agradeceros la paciencia que habéis tenido conmigo.

    Un beso a tod@s.





    And in the end

    The love you take

    Is equal to the love you make


    (“The End”, Abbey Road, The Beatles, 1969)



    Ah, pero esto todavía no ha acabado…

    Como pronto podréis comprobar puesto a que todavía queda la 49ª entrega en la que Lang no ejerce de director sino de actor y que, si al maestro mad dog earle no le importa, preferiría que él fuese el que primero la comentase porque servidor se ha convertido en el farolillo rojo de todas las revisiones, ya sean propias como ajenas.

    Y como decían ya sabéis quiénes...

    I don't really want to stop the show,

    But I thought that you might like to know,

    That the singer's going to sing a song,

    And he wants you all to sing along.

    So let me introduce to you

    The one and only mad dog earle

    And Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band...


    Última edición por Alcaudón; 14/11/2022 a las 17:05

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