Ya, pero es un Reino de Taifas en la práctica, com multitud de asociaciones (lo estamos presenciando ahora con el tema del aborto allí mismo) que pueden operar ya no solo a nivel regional o nacional sino global.

A modo de finalización, creo que me gusta algo más "La mujer del cuadro" que "Perversidad" aunque ambas tengan sus ups y sus downs; especialmente por los primeros cuarenta minutos absolutamente perfectos del primero.
En "La mujer del cuadro" me echa un poco para atrás que el Richard durante la fase en la que se comete el crimen y se deshace del cadáver parece un tipo con más sangre fría de la que parece, pero eso es también un pequeño espejismo; la reincidencia en sus errores de Richard delante de la policía y su amigo también me parecen muy repetidos aunque los entienda (pero es que son muchos), e igualmente sus dos amigos del club son los que mueven hacia delante el film con demasiada insistencia mientras que nos olvidamos de la proactividad de Robinson y Bennett en el mejor segmento del film. No es tanto un reproche como sí una resignación mía. Igualmente, que aparezcan Duryea y el asesinado tras el despertar en el club no se me antoja del completo veraz, pues cuando yo tengo pesadillas cada cuál está en su sitio y si conozco a alguien no lo derivo a un desconocido, estaría por asegurar. En "Woman in the window" el paso del tiempo se dilata por la buena pericia de todos los implicados y ése es un placer para los que aman el celuloide intrincado en sus formas que busque agarrate al sofá.

Curiosidades que sí se adaptan mejor al final revelador de que nada de lo sucedido ha sido verdad: que tanto la víctima Mazard como el que fue su guardaespaldas chantajeador luego tiroteado llevan el mismo sombrero, y que Duryea a su vez vuelve a llevarlo también en "Perversidad" (¿seguimos con el sueño pues?)
También es curioso el vestuario de la Bennett, que suele ser oscuro o negro en "La mujer del cuadro" (su personaje en la novela es más vulgar por lo que he leído), y que en "Perversidad" tira más hacia tonalidades más claras salvo cuando es pintada.

"Perversidad" está más planeada a medio plazo e igualmente me gusta especialmente ese ambiente más bohemio que respira el film, ejemplificado no solo en el estudio adquirido sino en esa feria en la cuál el personaje de Duryea coloca los cuadros de Chris. Y el momento en el que va a ser ejecitado en la silla eléctrica es impactante y sobrio al mismo tiempo. Hay un plus de sobriedad en "Perversidad" que no se ejercita tanto en "La mujer del cuadro".



"La mujer del cuadro" encumbra a Robinson y "Perversidad" encumbra a Bennett y a Duryea. Una Bennett que se nota que se siente muy liberada y bien aconsejada por Lang. Tiene un registro de matices expresivos impresionante, y además es más físico, de mayor movimiento. Y muy carnal.




Estupendísimos ambos films, de los que recordaba lejanamente algo más "Perversidad"