Descacharrante. Es malísima, pero de tan delirante despierta el espíritu gamberro del espectador. Puro cine de evasión para ver con el cerebro en off. Los diálogos son canela fina. Perfecta para una sesión doble estilo "Grindhouse" con el Piraña 3D de Alexandre Aja. William Fichtner sabe el tipo de película que le toca y lo borda. Y Amber Heard alegra los sentidos a cualquiera, literalmente.