Gladiator II: El despertar de la Fuerza

Tropocientos años dando vueltas a guiones variopintos, como el famoso delirio de Nick Cave, y al final eligen la opción del remake descarado. Pocos cambios, ninguno que deje huella, en una cinta que se ahoga en el homenaje y la reiteración. Los personajes viejos están en su mínima expresión, y vaya finales lamentables se llevan. Los nuevos son todos versiones de otros anteriores. Solo el rol de Denzel y su plan aportan algo sustancial, y funciona como un correcto hilo conductor, pero no apasiona.

Pero tampoco puedo decir que llegue a ser mala. Bueno, salvo la banda sonora, que es un lastre enorme. Pasan tantas cosas y es tan vistosa que resulta la mar de entretenida. Los roles son lo justo de odiosos o carismáticos y los actores competentes como para seguir sus conflictos con cierto interés; Pedro Pascal es un roba escenas nato y merecía más tiempo en pantalla.

Pero es una sombra de lo que fue la monumental primera parte. Por volver a la comparación/chiste con otro remake evidente, le falta la garra y emotividad que tuvo El despertar de la fuerza. El rigor histórico, como casi siempre con Ridley Scott, tampoco es su fuerte.